El Tabaquismo:
Es la adicción al tabaco provocada, principalmente, por uno de sus componentes activos, la nicotina; la acción de dicha sustancia acaba condicionando el abuso de su consumo. La nicotina es un compuesto orgánico, un alcaloide encontrado principalmente en la planta del tabaco (Nicotiana tabacum), con alta concentración en sus hojas (constituye cerca del 5% del peso de la planta y del 3% del peso del tabaco seco).
La nicotina debe su nombre a Jean Nicot, quien introdujo el tabaco en Francia en 1560. Se sintetiza en las zonas de mayor actividad de las raíces de las plantas del tabaco y es trasportada por la savia a las hojas verdes. El depósito se realiza en forma de sales de ácidos orgánicos.
Factor de riesgo:
La nicotina debe su nombre a Jean Nicot, quien introdujo el tabaco en Francia en 1560. Se sintetiza en las zonas de mayor actividad de las raíces de las plantas del tabaco y es trasportada por la savia a las hojas verdes. El depósito se realiza en forma de sales de ácidos orgánicos.
Es un potente veneno e incluso se usa en múltiples insecticidas (fumigantes para invernaderos). En bajas concentraciones, la sustancia es un estimulante y es uno de los principales factores de adicción al tabaco. Es soluble en agua y polar.
Factor de riesgo:
Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el tabaco provoca cerca de 50.000 muertes anuales en España por dolencias como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar y el cáncer de pulmón y faringe. Por si esto fuera poco, él también es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. Las posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo.
De hecho, la causa prevenible de cáncer más frecuente es precisamente el tabaco. Aunque habitualmente el consumo de tabaco sólo se suele asociar con el mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón, las personas que fuman presentan un riesgo aumentado de presentar diez tipos de cáncer distintos como el de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, cuello de útero, vejiga, riñón, páncreas y próstata, además del de pulmón.
Hay dos factores por los que el tabaco puede producir una isquemia coronaria:
- Nicotina. Desencadena la liberación de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que producen daño en la pared interna de las arterias (endotelio), aumenta el tono coronario con espasmo, produce alteraciones de la coagulación, incrementa los niveles de LDL (colesterol malo) y reduce los de HDL(colesterol bueno). La concentración de nicotina en sangre depende más del grado de inhalación que del contenido de nicotina del propio cigarro.
- Monóxido de carbono. Disminuye el aporte de oxígeno al miocardio y aumenta el colesterol y la agregabilidad plaquetaria (su capacidad de unirse y formar coágulos).
Aspectos positivos para dejar de fumar
- Mejora la respiración y te cansas menos.
- Disminuye la predisposición a toser y contraer infecciones.
- La piel y el rostro se recuperan del envejecimiento prematuro.
- Recupera el sentido de gusto y olfato.
- El deterioro de la función pulmonar se ralentiza.
- Reduce la tasa de reinfarto y muerte súbita en un 20-50 por ciento.
- Tres años después de haber dejado el tabaco, el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular del ex fumador es el mismo que de quien no haya fumado nunca.
Hay muchas maneras de dejar de fumar y recursos para ayudarle. Los miembros de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo pueden servir de apoyo, pero para tener éxito, usted tiene que tener el deseo de dejar de fumar.
La mayoría de las personas que han sido capaces de dejar de fumar exitosamente hicieron al menos un intento infructuoso en el pasado. Trate de no ver los intentos pasados por dejar de fumar como fracasos, sino más bien como experiencias de aprendizaje.
Dejar de fumar o dejar de usar el tabaco que no se fuma es difícil, pero cualquiera puede hacerlo.
Fases de Abandono
- Precontemplación. Tienes intención de dejar de fumar en el futuro.
- Contemplación. Piensas dejar de fumar en los próximos seis meses, aunque dudas de tu capacidad para conseguirlo.
- Preparación. Has pensado un plan de acción para dejar el tabaco el próximo mes. De hecho, ya estás intentando fumar menos.
- Acción. Has dejado de fumar totalmente en los últimos seis meses.
- Mantenimiento. Ya no tienes que realizar tantos esfuerzos para evitar la recaída. Este periodo abarca entre los seis meses y los cinco años desde el abandono del consumo.
- Recaída. La mayoría de los ex fumadores ha recaído alguna vez. ¡Recaer no implica fracasar! El mayor peligro es no intentarlo nunca.
- Finalización. Desaparece el deseo de fumar y no temes una recaída.
Los síntomas comunes cuando se abandona el tabaco abarcan
- Un intenso deseo de nicotina.
- Ansiedad, tensión, inquietud, frustración o impaciencia.
- Dificultad para concentrarse.
- Somnolencia o problemas para dormir.
- Dolores de cabeza.
- Incremento del apetito y aumento de peso.
- Irritabilidad o depresión.
La gravedad de los síntomas depende del tiempo que se haya fumado. La cantidad de cigarrillos que fumaba al día también juega un papel. Los tratamientos fito-terapéuticos sirven como coadyuvantes en el tratamiento para mejorar estos síntomas.
Consejos para abandonar el TABAQUISMO
Primero fije la fecha para comenzar y deje de fumar por completo ese día. Antes de esa fecha, usted puede comenzar a reducir el consumo de cigarrillo, pero recuerde que no existe un nivel seguro de consumo de tabaco.
Haga una lista de las razones por las cuales usted quiere dejar el tabaco. Incluya los beneficios tanto a corto como a largo plazo.
Identifique los momentos en que tiene mayor probabilidad de fumar. Por ejemplo, ¿Tiende a fumar cuando está estresado? ¿Cuando sale en las noches con amigos? ¿Cuando está tomando café o alcohol? ¿Cuando está aburrido? ¿Cuando está conduciendo? ¿Inmediatamente después de una comida o de tener relaciones sexuales? ¿Durante un descanso en el trabajo? ¿Mientras está viendo televisión o jugando cartas? ¿Cuando está con otros fumadores?
Comunique a todos sus amigos, familia y compañeros de trabajo su plan para dejar de fumar y la fecha para empezar. Puede ayudar el hecho de que ellos sepan por lo que usted va a pasar, sobre todo cuando usted esté malhumorado.
Deshágase de todos los cigarrillos justo antes de la fecha en la que va a dejar de fumar y limpie todo lo que tenga olor a humo, como prendas de vestir y muebles.
Haga un plan de lo que va a hacer en lugar de fumar en esos momentos en que hay mayor probabilidad de hacerlo.
Sea lo más específico posible. Por ejemplo, tome té en lugar de café, ya que es posible que el té no desencadene el deseo por un cigarrillo, o dé un paseo cuando se sienta estresado.
Retire los ceniceros y cigarrillos del automóvil y en su lugar coloque galletas o confites duros. Finja que fuma utilizando una paja en la boca.
Encuentre actividades que le ocupen las manos y la mente, pero que no sean agotadoras ni le estimulen la ansiedad por comer. Las aplicaciones de juegos en el movil, solitario, tejer, coser y hacer crucigramas pueden ayudar.
Si usted normalmente fuma después de comer, encuentre otras formas de finalizar una comida. Escuche musica que le guste o relajante, consuma frutas o verduras, salga a dar un paseo o caminatas (una buena distracción que también quema calorías).
CAMBIE SU ESTILO DE VIDA
Haga otros cambios en su estilo de vida. Cambie su horario y hábitos diarios. Consuma alimentos 5 veces al día, para evitar la ansiedad, engordar y el comer de más fuera de horas.
Satisfaga sus hábitos orales en formas diferentes. Coma apio, zanahoria o un snack bajo en calorías. Mastique goma de mascar sin azúcar o caramelos.
Vaya a lugares públicos y restaurantes donde fumar esté prohibido o restringido.
Consuma las comidas regulares y no coma demasiadas golosinas ni alimentos dulces.
Haga más ejercicio. Caminar o hacer bici. El ejercicio le ayuda a aliviar las ganas de fumar.
Material de autoayuda y asesoramiento.
ESTABLEZCA ALGUNAS METAS
Establezca metas para dejar de fumar a corto plazo y recompénsese cuando las logre. Todos los días, ponga en un frasco el dinero que normalmente gasta en cigarrillos. Luego compre algo que le guste.
Intente no pensar en todos los días por delante en los que necesitará abstenerse de fumar.
Incluso una calada o un cigarrillo harán que el deseo por más cigarrillos sea más fuerte. Sin embargo, es normal cometer errores. Aunque fume un cigarrillo, no necesita fumar el próximo.
OTROS CONSEJOS
Vincúlate a un programa para dejar de fumar. Los hospitales, secretarías de salud, centros comunitarios y lugares de trabajo frecuentemente ofrecen programas. El apoyo psicoterapéutico, social y grupal es clave.
Consulte a su médico para iniciar tratamiento sustitutivos que le pueden ayudar a dejar la nicotina y el tabaco y evitar recaídas.
Tabaquismo en embarazadas
Fumar durante el periodo de gestación exponen al feto a graves peligros como joven fumador pasivo:
- Riesgo superior de aborto espontáneo.
- Posibilidad de nacimiento prematuro.
- Disminución de peso del recién nacido.
- Malformaciones congénitas en el cráneo y el aparato urinario.
- Aumento del riesgo de muerte súbita del lactante, ya que las cifras demuestran que el número de casos en madres fumadoras es tres veces mayor. En madres que fuman más de 20 cigarrillos cada día, la incidencia puede llegar a ser siete veces más frecuente.
Tabaquismo en niños y adolescentes
Un 21 por ciento de los niños españoles de entre 10 y 12 años ha probado ya el tabaco, y un 24 por ciento son fumadores habituales. Algunos factores que explican esta temprana adicción son:
- Influencias sociales.
- Familia y amigos fumadores.
- Actitudes favorables ante el consumo.
- Asociación de tabaco y alcohol con el placer.
Los jóvenes que llegan a los 15 años sin probar el tabaco tienen muchas posibilidades de no ser fumadores en toda su vida.
Fumadores pasivos
En España mueren anualmente 6.200 fumadores pasivos al año, de los cuales, 5.000 fallecen por aspirar el humo en su propio hogar y el resto por hacerlo en su entorno laboral. Según datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el riesgo de padecer cáncer de pulmón es de un 20 a un 50 por ciento más elevado en quienes conviven con personas fumadoras. Además, la exposición al aire contaminado por el humo del tabaco supone un aumento del 30 por ciento de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.Si vives con alguien que consume una cajetilla diaria es como si tú fumaras también nueve cigarrillos.
Fuente: Fundacióndelcorazón.com, MedlinePlus.com
Aviso
La información que usted encontrará en este artículo tiene fines informativos y educativos. No pretende substituir el necesario consejo médico o la necesidad de un tratamiento profesional médico para una dolencia o trastorno en su salud.
Siempre debe consultar a un médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico.
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