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miércoles, 12 de febrero de 2014

Vesicula Biliar


La vesícula biliar es un órgano con forma de pera ubicado debajo del hígado. Almacena bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas. Cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos, la vesícula biliar libera bilis a través de un tubo denominado conducto biliar común. Ese conducto conecta a la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado.

Es más probable que la vesícula cause problemas si algo obstruye el flujo de bilis a través de los conductos biliares. Eso suele ocurrir con los cálculos biliares. Los cálculos se forman cuando hay sustancias en la bilis que se endurecen. Las crisis por cálculos suelen presentarse después de las comidas. Los signos de una crisis por cálculos incluyen nauseas, vómitos o dolor en el abdomen, la espalda o debajo del brazo derecho.

Los cálculos biliares son más comunes entre los adultos mayores, las mujeres, las personas con sobrepeso. El tratamiento más común es la remoción de la vesícula biliar. Afortunadamente, la vesícula biliar no es un órgano imprescindible para la vida. La bilis tiene otras vías para llegar al intestino delgado.


Bilis

Es un líquido que es producido y secretado por el hígado y almacenado en la vesícula biliar.

La bilis ayuda con la digestión y descompone las grasas en ácidos grasos, los cuales pueden ser llevados al cuerpo por medio del tubo digestivo.

La bilis contiene sobre todo colesterol, ácidos biliares (también llamados sales biliares) y bilirrubina (un producto de la descomposición de los glóbulos rojos). 

La bilis contiene igualmente:
  • Agua
  • Sales corporales (potasio y sodio)
  • Cobre y otros metales


Bilirrubina en sangre

La bilirrubina es un pigmento amarillento que se encuentra en la bilis, un líquido producido por el hígado.
Una pequeña cantidad de glóbulos rojos viejos es reemplazada por nuevos glóbulos cada día. La bilirrubina queda después de eliminar estos glóbulos viejos. El hígado ayuda a descomponer la bilirrubina para que el cuerpo la pueda eliminar en las heces.

También se puede medir en un examen de orina.


Cálculos biliares

Los cálculos biliares son depósitos de cristales que se forman en la vesícula biliar o en los conductos biliares (vías biliares). Cuando los cálculos biliares se alojan en la vesícula biliar, el proceso se denomina colelitiasis; cuando los cálculos biliares están en los conductos biliares, el proceso se llama coledocolitiasis.

Los cálculos biliares son más frecuentes en las mujeres y en ciertos grupos de población. Los factores de riesgo para la formación de cálculos biliares incluyen la vejez, la obesidad, la dieta occidental y una cierta predisposición genética. En algunos países, el 20 por ciento de la población de edad superior a 65 años padece cálculos biliares, aunque la mayoría no llega a experimentar síntomas. Cada año, más de un millón y medio de personas se someten a una extirpación quirúrgica de la vesícula biliar; una gran parte de los pacientes lo hacen debido a los problemas que les causan los cálculos biliares.

El componente principal de la mayoría de los cálculos biliares es el colesterol, aunque algunos están formados por sales de calcio. La bilis contiene grandes cantidades de colesterol que, por lo general, permanece en estado líquido. Sin embargo, cuando la bilis se sobresatura de colesterol, éste puede volverse insoluble y precipitar fuera de la bilis.

La mayoría de los cálculos biliares se forman en la vesícula biliar, y la mayor parte de aquellos que se detectan en los conductos biliares han llegado hasta allí desde la vesícula biliar. Los cálculos suelen formarse en un conducto biliar cuando la bilis retrocede debido a la disminución anormal del calibre de un conducto o después de la extirpación de la vesícula biliar.

Los cálculos en los conductos biliares pueden ocasionar una infección grave, incluso mortal, de dichos conductos (colangitis), del páncreas (pancreatitis) o del hígado. Cuando el sistema de conductos biliares está obstruido, las bacterias pueden multiplicarse y desencadenar rápidamente una infección en los mismos. Las bacterias pueden entonces propagarse a la sangre y causar infecciones en otras partes del organismo.


Síntomas

Por lo general, los cálculos biliares no causan ningún síntoma durante un largo período de tiempo; a veces no aparecen jamás, particularmente si se alojan dentro de la vesícula biliar. En raras ocasiones, sin embargo, cálculos biliares de tamaño importante pueden gradualmente lesionar la pared de la vesícula biliar y pueden penetrar en el intestino delgado o grueso, donde causan una oclusión intestinal denominada oclusión ileobiliar. Es más frecuente que los cálculos biliares pasen desde la vesícula hacia los conductos biliares y, a través de los mismos, lleguen al intestino delgado sin ningún problema; también pueden permanecer en los conductos sin obstruir el flujo de bilis ni causar síntomas.

Cuando los cálculos biliares obstruyen parcial o transitoriamente un conducto biliar, se experimenta dolor. Éste tiende a aumentar y disminuir de intensidad (dolor cólico). Por lo general, este dolor aumenta lentamente hasta llegar al ápice y luego decae gradualmente. El dolor puede ser agudo e intermitente, de varias horas de duración, y su ubicación varía. Habitualmente, el dolor se localiza en la parte superior derecha del abdomen, que también puede resultar doloroso al tacto. El dolor puede notarse también en el omóplato. Con frecuencia la persona tiene náuseas y vómitos; si la infección se desarrolla con oclusión del conducto, aparecen fiebre, escalofríos e ictericia. En general, la oclusión es transitoria y no se complica con infecciones. El dolor causado por una oclusión del conducto puede no distinguirse del dolor causado por una obstrucción de la vesícula biliar.


Tratamiento

La mayoría de los pacientes que tiene cálculos biliares silenciosos en la vesícula (es decir, sin síntomas) no requiere tratamiento. Los afectados de dolores intermitentes pueden tratar de evitar o reducir el consumo de comidas grasas. De este modo, se puede ayudar a prevenir o reducir el número de episodios dolorosos.


Dieta recomendada:

Tenemos que tener en cuenta que se pueden presentar diferentes circunstancias:
  • Personas con cólicos biliares por la presencia de arenilla o piedras en la vesícula.
  • Personas que se están preparando para una extirpación de la vesícula.
  • Personas que han sufrido una colecistectomía o extirpación de la vesícula.
Hay consejos generales que podemos tener en cuenta para las tres circunstancias, así como consejos específicos para algunas de estas.  Sin embargo, los consejos que se dan a continuación son provechosos para todas las circunstancias.


Recomendaciones generales de la dieta para la vesícula biliar

Si empieza a tener problemas con la vesícula biliar debe tener en cuenta estos consejos:
  • Lo primero es no comer en abundancia de una sola vez. Es preferible hacer más comidas al día con pequeñas cantidades de alimentos.
  • Se deben evitar las grasas, de forma muy especial las cocinadas.
  • Coma despacio, sin prisas y mastique correctamente los alimentos.
  • Procure evitar las malas digestiones o las digestiones pesadas. Para esto tenga en cuenta la correcta combinación de los alimentos.
  • Evite el estreñimiento

Alimentos que debemos evitar en nuestra dieta para la vesícula biliar

  • Todos los condimentos picantes, salsas y especias.
  • Todo lo que pueda ser tóxico para el organismo en general: alcohol, licores y tabaco.
  • Alimentos grasos: Leche entera, los quesos en general, las margarinas o mantequillas, mantequilla de cacahuete , los frutos secos más grasientos (nueces, cacahuetes, etc.)
    Todos los aceites que hayan sido calentados, hervidos o fritos. La yema del huevo, en especial si ha sido frita o cocida, Carnes grasientas. Aún así no comer más de 350 g de carne por semana cerdo y derivados (embutidos) cordero, pato, p
    ollo o pavo con piel`, Pescados, marisco en general, pescado azul o pescado más grasiento. No tome postres después de comer.

Alimentos recomendados en la dieta para la vesícula biliar
  • Ensaladas y vegetales crudos de todo tipo
  • Leche de soja y/o de arroz, de avena
  • Caldos vegetales con arroz integral, tapioca, espelta, copos de avena
  • Purés de patatas, patatas al horno, patatas hervidas
  • Purés de legumbres pasados por el pasapuré
  • Pasta o macarrones o fideos de espelta (mejor que de trigo)
  • Carnes a la parrilla de ternera, pavo y pollo sin piel. No más de 350 gr. a la semana.
  • Pescados: merluza, pescadilla, lenguado, (pescado blanco) a la plancha preferentemente con poco aceite y un poquito de zumo de limón.

Bebidas


Tés digestivos como: Manzanilla, Diente de león, Boldo, Achicoria, Menta, Cardo Mariano.


Sólo consuma agua o zumos de frutas y verduras. Los jugos que contengan remolacha alivian los trastornos de la vesícula. También los jugos de rábano, ciruela pasa, cereza negra y apio. También zanahoria, remolacha y pepino. Remolacha, rábanos y hortalizas verdes.


Alimentos especiales para la vesícula:
  • El rábano picante negro de lo mejor.
  • En ayunas tomar 2 cucharadas de aceite de oliva virgen con el zumo de un limón o de un pomelo.
  • Durante los cólicos solo caldo de verduras. Después arroz integral o avena. Nada de leche de vaca.

Forma de cocinar los alimentos para la dieta de vesícula biliar
  • No freir los alimentos
  • No añada grasa en sus guisos
  • No calentar los aceites o grasas a más de 100ºC
  • Solo a la plancha, al vapor, hervidos o crudos.

Fuentes: Medlineplus.com, MSDsalud.com, Saludbio.com



Aviso
La información que usted encontrará en este artículo tiene fines informativos y educativos. No pretende substituir el necesario consejo médico o la necesidad de un tratamiento profesional médico para una dolencia o trastorno en su salud.


Siempre debe consultar a un médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico.


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