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martes, 28 de enero de 2014

Que son los Antioxidantes


Un antioxidante es una molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas. La oxidación es una reacción química de transferencia de electrones de una sustancia a un agente oxidante. Las reacciones de oxidación pueden producir radicales libres que comienzan reacciones en cadena que dañan las células. Los antioxidantes terminan estas reacciones quitando intermedios del radical libre e inhiben otras reacciones de oxidación oxidándose ellos mismos. Debido a esto es que los antioxidantes son a menudo agentes reductores tales como tioles o polifenoles.

La mayoría de los antioxidantes se encuentra en alimentos vegetales, lo que explica que incluir frutas, legumbres, verduras y hortalizas o cereales integrales en nuestra dieta sea tan beneficioso.  Los podemos encontrar en el olivo, ajo, arroz integral, café, coliflor,brócoli, jengibre, perejil, cebolla, cítricos, semolina, tomates, aceite de semilla de la vid, , romero, entre otras muchas sustancias. También son parte importante constituyente de la leche materna.

Aunque las reacciones de oxidación son cruciales para la vida, también pueden ser perjudiciales; por lo tanto las plantas y los animales mantienen complejos sistemas de múltiples tipos de antioxidantes, tales como glutatión, vitamina C, y vitamina E, así como enzimastales como la catalasa, superóxido dismutasa y varias peroxidasas. Los niveles bajos de antioxidantes o la inhibición de las enzimas antioxidantes causan estrés oxidativo y pueden dañar o matar las células.

El estrés oxidativo ha sido asociado a la patogénesis de muchas enfermedades humanas, es por ello que el uso de antioxidantes en farmacología es estudiado de forma intensiva, particularmente como tratamiento para enfermedades cerebrovasculares y neurodegenerativas. Sin embargo, se desconoce si el estrés oxidativo es la causa o la consecuencia de tales enfermedades. Los antioxidantes también son ampliamente utilizados como ingredientes en suplementos dietéticos con la esperanza de mantener la salud y de prevenir enfermedades tales como el cáncer y la cardiopatía isquémica. Aunque algunos estudios han sugerido que los suplementos antioxidantes tienen beneficios para la salud, otros grandes ensayos clínicos no detectaron ninguna ventaja para las formulaciones probadas y el exceso de la suplementación puede llegar a ser dañino.

El avance de los estudios científicos está poniendo de manifiesto de forma cada vez más clara la relación existente entre el binomio salud y alimentación. Hasta hace poco, los principales estudios se centraban en los efectos de los nutrientes, es decir, hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales. Sin embargo, los alimentos se caracterizan por ser mezclas complejas, no sólo de nutrientes, sino también de otros componentes que se engloban en un grupo heterogéneo llamado 'no nutrientes' que están siendo estudiados en la actualidad, como muchos fitoquímicos con supuesta acción antioxidante.


Los radicales libres y la oxidación

El término antioxidante hace referencia a la actividad que numerosas vitaminas, minerales y otras sustancias fitoquímicas, tienen sobre sustancias consideradas como nocivas, llamadas radicales libres. Los radicales libres pueden reaccionar químicamente con otros componentes de las células (oxidándolos) alterando su estabilidad y funcionalidad.

La respiración en presencia de oxígeno resulta esencial en la vida celular de nuestro organismo, pero como consecuencia de la misma se producen unas moléculas, los radicales libres, que ocasionan a lo largo de la vida efectos negativos para la salud por su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos o grasas.

En nuestro cuerpo hay células que se renuevan continuamente (de la piel, del intestino) y otras que no (células del hígado, neuronas). Con los años, los radicales libres pueden producir una alteración genética sobre las primeras, aumentando así el riesgo de padecer cáncer, y reducir la funcionalidad de las segundas (las células que no se renuevan), lo que es característico del envejecimiento.

Hábitos tan comunes como practicar ejercicio físico intenso, el tabaquismo, el consumo de dietas ricas en grasas y la sobreexposición a las radiaciones solares, así como la contaminación ambiental, aumentan la producción de radicales libres.


Beneficios de los antioxidantes

Estos últimos años se ha investigado científicamente el papel que juegan los antioxidantes en las patologías cardiovasculares, en numerosos tipos de cáncer, en el Sida e incluso otras directamente asociadas con el proceso de envejecimiento, como las cataratas o las alteraciones del sistema nervioso. Los estudios se centran principalmente en la vitamina C, vitamina E, beta-carotenos, flavonoides, selenio y zinc.

La relación entre estos antioxidantes y las enfermedades cardiovasculares y, probablemente, las cerebrovasculares, está hoy suficientemente demostrada. Se sabe que la modificación del "colesterol malo" (LDL-c) desempeña un papel fundamental tanto en la iniciación como en el desarrollo de la arteriosclerosis (engrosamiento y dureza anormal de las cubiertas internas de los vasos sanguíneos debido a un depósito de material graso, que impide o dificulta el paso de la sangre).

Los antioxidantes pueden bloquear los radicales libres que modifican el colesterol malo, reduciendo así el riesgo cardiovascular. Por otro lado, los bajos niveles de antioxidantes pueden constituir un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer.


Nutrientes y sustancias no nutritivas que actúan como antioxidantes


Vitaminas

Vitamina C: En frutas y verduras, frescas y crudas, como guayaba, kiwi, mango, piña, caqui, cítricos, melón, fresas, bayas, pimientos, tomate, brasicáceas (verduras de la familia de la col), frutas y hortalizas en general.

Vitamina E (tocoferol):  Germen de trigo, aceite de soja, germen de cereales o cereales de grano entero, aceite de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.

Betacaroteno o "provitamina A": Pertenece a la familia de los carotenoides de los vegetales. El organismo es capaz de transformarlo en vitamina A.

Posee conjuntamente las propiedades de la vitamina A y de los antioxidantes que actúan sobre los radicales libres. Recientemente se ha demostrado su papel en la prevención de las cataratas y su efecto beneficioso en procesos inflamatorios y en los relacionados con el envejecimiento.

Alimentos ricos en betacaroteno: Verduras de color verde o coloración rojo-anaranjado-amarillento (zanahoria, espinacas, calabaza, etc.), y cierta frutas (albaricoques, cerezas, melón y melocotón?).


Minerales

Selenio:  Relacionado con un menor riesgo de tumores de piel, hígado, colon y mama. Asimismo vinculado al funcionamiento de la glutation peroxidasa (enzima antioxidante de nuestro organismo). En carnes, pescados, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.

Zinc: Favorece la formación de nuevas proteínas (renovación celular), participa en la lucha contra los radicales libres y en la síntesis de enzimas, interviene en el sistema inmune o de defensas y favorece el buen estado de piel y mucosas (tonicidad y elasticidad de la piel). Constituyen buena fuente de zinc las carnes y vísceras, los pescados, los huevos, los cereales completos y las legumbres.

Cobre: Potencia el sistema inmune, participa en la formación de enzimas, proteínas y neuro-transmisores cerebrales (renovación celular y estimulante del sistema nervioso) y es un agente antiinflamatorio y antiinfeccioso. Y facilita la síntesis de colágeno y elastina (necesarios para el buen estado de los vasos sanguíneos, del cartílago, de los pulmones y de la piel), actúa como antioxidante protegiendo las células de los efectos tóxicos de los radicales libres y facilita la fijación del calcio y del fósforo. Alimentos ricos en cobre: hígado, pescado, marisco, cereales completos y vegetales verdes.


Aminoácidos (los componentes más simples de las proteínas):

Cisteína: aminoácido no esencial, nuestro cuerpo puede fabricarlo sin roblemas. Es importante para la producción de enzimas contra los radicales libres, como la glutation peroxidasa.

El hígado y nuestras defensas lo utilizan para desintoxicar el cuerpo de sustancias químicas y otros elementos nocivos.

La cisteína, que se encuentra en carnes, pescados, huevos y lácteos, es un detoxificante potente contra los agentes que deprimen el sistema inmune, como el alcohol, el tabaco y la polución ambiental.


¿Cuáles son las propiedades de los antioxidantes?

Existe una considerable cantidad de estudios científicos a nivel químico, de cultivos celulares y en animales que indican que los antioxidantes pueden ralentizar o posiblemente prevenir el desarrollo de algunas enfermedades, como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, y otras degenerativas, como el alzhéimer o el propio envejecimiento. Sin embargo, la información de ensayos clínicos recientes, realizados en personas, es mucho menos clara. Por ejemplo, los estudios sobre antioxidantes y cáncer, hechos en poblaciones en los años 90, llegaron a conclusiones divergentes dependiendo del tipo de población que se estudiaba. Muchos estudios se hicieron con suplementos de antioxidantes, a dosis muy superiores a las presentes en una alimentación variada y equilibrada, mostrando resultados inconsistentes que no eran extrapolables a una alimentación variada y equilibrada.

Hace algunos meses, la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) publicó su opinión sobre la evidencia científica actual que relaciona la acción antioxidante con beneficios sobre la salud y su conclusión es que no existe evidencia suficiente para hacer tal relación. Evidentemente esto ha causado un gran revuelo en la comunidad científica internacional. Sin embargo, que la relación de causa-efecto entre el consumo de antioxidantes y el beneficio relacionado con la actividad antioxidante o sus propiedades no esté del todo clarificada, no significa que una alimentación rica en antioxidantes no sea recomendable. Al contrario, lo es.


Fuentes: webconsultas.com, www.alimentacion-sana.org



Aviso


La información que usted encontrará en este artículo tiene fines informativos y educativos. No pretende substituir el necesario consejo médico o la necesidad de un tratamiento profesional médico para una dolencia o trastorno en su salud. 

Siempre debe consultar a un médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico.

Las indicaciones de los productos son exclusivamente para ser valoradas por especialistas competentes y facilitar la prescripción de los mismos. Sí Ud. no es un profesional consulte siempre a su médico o especialista.

Para mas información acerca de nuestro producto, puede hacerlo a través de nuestra página web http://www.laboratoriosnale.com/contactar.html





lunes, 20 de enero de 2014

Las Vitaminas Y Minerales



A las vitaminas y los minerales se les conoce como micronutrientes. No tienen una función energética, pero son imprescindibles para la vida porque intervienen en multitud de procesos y reacciones químicas dentro de las células.

Deben obtenerse en pequeñas cantidades a partir del ambiente (alimentos, sol) porque el hombre no puede sintetizarlas o no lo puede hacer a la velocidad necesaria para mantener la salud.

En el cuerpo humano se producen continuamente reacciones metabólicas. En estas reacciones se generan, entre otros, los llamados radicales libres, que son sustancias que lesionan la pared de las arterias y facilita la aparición de la placa ateromatosa.

En la diabetes existe una mayor producción de estos radicales y, por tanto, mayor estrés oxidativo. El estrés oxidativo se ha sido relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y lesiones en retina, riñón y nervios en los individuos diabéticos. Por ello, una ingesta adecuada de antioxidantes puede ayudar a reducir estos efectos negativos del estrés oxidativo en el diabético.

Las vitaminas son uno de los mitos de la alimentación. Cuando uno se siente débil suele recurrir a ellas. Y es que estas sustancias orgánicas que se encuentran en los alimentos son imprescindibles en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos.

Al contrario de lo que se cree no aportan energía, pero sin ellas el cuerpo humano no puede aprovechar los elementos energéticos suministrados por la alimentación. Las células son las más beneficiadas por las vitaminas porque éstas sirven para elaborar enzimas que regulan las reacciones químicas.

Aunque la mayoría de las vitaminas se obtienen de una buena alimentación, hay excepciones como: La vitamina D que se forma en la piel con la exposición a la luz solar, y las vitaminas K, B1, B12 y el ácido fólico, se forman en pequeñas cantidades en la flora intestinal.

TIPOS DE VITAMINAS

Las vitaminas son químicamente muy diferentes entre sí y la única clasificación posible es la que las divide en vitaminas hidrosoloubles y vitaminas liposolubles.

Las Vitaminas Liposolubles:
Son las vitaminas A, D, E, K y F y se denominan liposolubles porque se disuelven en grasas y aceites. Se almacenan en el hígado y tejidos adiposos, por lo que es posible, tras un aprovisionamiento suficiente, subsistir una época sin ellas. Si se consumen en exceso (más de 10 veces las cantidades recomendadas), pueden resultar tóxicas.

Vitamina A: (retinol):  Sólo se encuentra como tal en alimentos de origen animal, aunque en los vegetales se encuentra como provitamina A, en forma de carotenos. Los distintos carotenos se transforman en el cuerpo humano y se almacenan en el hígado y en el tejido graso de la piel, por lo que es posible subsistir largos periodos sin su aporte. Su labor principal es la protección de la piel y de la vista. También participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. El consumo de alimentos ricos en vitamina A es recomendable en personas propensas a padecer infecciones respiratorias, problemas oculares o con la piel seca y escamosa

Alimentos ricos en vitamina A:  Vísceras de animales, zanahorias, espinacas cocidas, perejil, mantequilla o boniatos. La cantidad diaria recomendada es de entre 800 y 1000 microgramos. Los productos de casquería(vísceras, emtresijos) contienen 5.800 microgramos de retinol por cada 100 gramos, por lo que es conveniente no abusar de estos alimentos.

Vitamina D: (calciferol):  Es esencial para favorecer la absorción de calcio y fósforo. Como se forma en la piel por la acción de los rayos ultravioleta, si se toma el sol de vez en cuando, no será necesario buscar un aporte extra en la dieta.

Los alimentos que contienen más vitamina D: Son las sardinas, los boquerones, el atún, el bonito, los quesos grasos, la margarina, los champiñones y los huevos. La cantidad diaria recomendada al día está entre los 5 y 10 microgramos.

Vitamina E: (tocoferol): Aunque siempre han existido dudas acerca de las funciones de esta vitamina, parece ser importante en la reproducción de algunos animales y previene el aborto espontáneo. También es antioxidante, es decir, evita que se oxiden las membranas celulares, permitiendo una buena nutrición y la regeneración de los tejidos. Su déficit puede ocasionar anemia, destrucción de los glóbulos rojos de la sangre, degeneración muscular y desórdenes en la reproducción. Un exceso de vitamina E puede dar lugar a trastornos metabólicos. En la cocción se destruyen parte de los aportes de tocoferol de los alimentos. También hay que evitar tomarla a la vez que suplementos de hierro, porque ambos interactúan y se destruyen.

Los alimentos que contienen más vitamina E:  El aceite de girasol, de maíz, de soja o de oliva, el germen de trigo y de maíz, los frutos secos, el coco y la margarina.

Vitamina K: (antihemorrágica):  Su principal función es favorecer la coagulación de la sangre. Es muy difícil que los adultos no puedan proveerse de esta vitamina, pero puede darse carencia en tratamientos prolongados con antibióticos.

Los alimentos que contienen vitamina K Las hojas de los vegetales verdes y en el hígado de bacalao, pero normalmente se sintetiza en las bacterias de la flora intestinal.

Vitamina F: (ácidos grasos esenciales): No se trata de una verdadera vitamina, sino que se utiliza esta denominación para englobar a los ácidos grasos insaturados y que tienen en común que deben ser aportados en la dieta porque el organismo no puede sintetizarlos.  No actúan como sustancias activas que reaccionan con otros compuestos como el resto de las vitaminas, sino que pasan a formar parte de las membranas celulares como elementos estructurales. También participan en el transporte de oxígeno por la sangre, regulan la coagulación, y dispersan el colesterol depositado en las venas, además de nutrir todas las células de la piel. Se dividen en dos grupos o series: la serie omega 3 y la omega 6.  La primera está presente en los aceites vegetales vírgenes (aunque se destruyen con el calor), las semillas de girasol, los frutos secos y los aguacates. La serie omega 6 se encuentra en los pescados grasos.


Vitaminas Hidrosolubles:
El otro grupo de vitaminas son las hidrosolubles, llamadas así porque se disuelven en el agua y, por tanto, pueden pasar al agua del lavado o de la cocción de los alimentos. A diferencia de las vitaminas liposolubles, éstas no se almacenan en el organismo y, por tanto, es indispensable una aportación regular de esta vitamina. El exceso de vitaminas hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico por elevada que sea su ingesta.

Vitamina C: (ácido ascórbico):  La vitamina C es antioxidante y participa en la asimilación de ciertos aminoácidos, del ácido fólico y del hierro. La vitamina C, además, contrarresta las intoxicaciones del hígado y los efectos nocivos de los nitratos (pesticidas) en el estómago. La carencia de esta vitamina produce cansancio, irritabilidad y dolor en las articulaciones. Las necesidades de ácido ascórbico son mayores en las embarazadas, fumadores y en personas estresadas o con ansiedad.

Es muy sensible a la luz, a la temperatura y al oxígeno del aire. Un zumo de naranja natural pierde su contenido de vitamina C a los 15 ó 20 minutos de haberlo preparado, y también se pierde en las verduras cuando son cocinadas. Por ser una vitamina soluble en agua apenas se acumula en el organismo, por lo que es importante un aporte diario.

Alimentos donde se encuentra la vitamina C: Se encuentra casi exclusivamente en los vegetales frescos (sobre todo el kiwi y los cítricos).

Vitamina H:  (conocida tambien como biotina, B7, B8):  Interviene en la formación de la glucosa a partir de los carbohidratos y de las grasas. Es muy poco probable la carencia de esta vitamina en la dieta.

Alimentos donde se encuentra la vitamina H:  Se halla presente en muchos alimentos, especialmente en los frutos secos, frutas, leche, hígado y en la levadura de cerveza. También se produce en la flora intestinal.

Ácido Fólico:   (conocida tambien como B9):  El ácido fólico es una vitamina B. Ayuda al organismo a crear células nuevas. Todas las personas necesitan ácido fólico. Es muy importante para las mujeres en edad fértil. Cuando una mujer tiene suficiente ácido fólico en su cuerpo, antes y durante el embarazo, puede prevenir defectos congénitos importantes en el cerebro y la columna vertebral del bebé.

Entre los alimentos que contienen ácido fólico se encuentran los vegetales de hojas verdes, las frutas, los guisantes secos, los chícharos y las nueces. Los panes enriquecidos, los cereales y otros productos hechos con granos también contienen ácido fólico. Si no obtiene suficiente ácido fólico a través de los alimentos, puede consumirlo como suplemento dietético.


Las vitaminas del grupo B:   Son indispensables para el organismo y por lo tanto para el bienestar psicofísico. Muchas veces trabajan conjuntamente para mantener la salud del cerebro y sistema nervioso, de los músculos, de la piel, de los ojos, y además mejoran la memoria, la capacidad de concentración y el estado de ánimo.

Vitamina B1: (tiamina): La carencia se manifiesta en forma de trastornos cardiovasculares (brazos y piernas 'dormidos', sensación de opresión en el pecho), alteraciones neurológicas o sensación de cansancio, pérdida de concentración, irritabilidad o depresión. El tabaco y el alcohol reducen la capacidad de asimilación de esta vitamina, por lo que las personas que beben, fuman o consumen mucho azúcar necesitan consumir productos ricos en vitamina B1.

Alimentos donde se encuentra la vitamina B1:  La principal fuente de vitamina B1 y del resto del grupo B deberían ser los cereales y granos integrales, pero el uso generalizado de la harina blanca y cereales refinados ha dado lugar a que exista un cierto déficit entre la población de los países desarrollados.

Vitamina B2: (riboflavina):  Participa en los procesos de respiración celular, desarrollo del embrión y mantenimiento de la envoltura de los nervios. También ayuda al crecimiento y la reproducción, y mejora el estado de la piel, las uñas y el cabello.Su carencia se puede observar en lesiones de la piel, las mucosas y los ojos. Suelen ser deficitarios los bebedores o fumadores, y las personas que siguen una dieta vegetariana estricta (sin huevos ni leche) y no toman suplementos de levadura de cerveza o germen de trigo.

Alimentos donde se encuentra la vitamina B2:  Está presente en carnes, pescados y alimentos ricos en proteínas como los frutos secos, las lentejas, el queso, los champiñones o el coco.

Vitamina B3: (niacina):  Permite metabolizar los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Es poco frecuente encontrarnos con estados carencialesmamos, sin embargo, en países subdesarrollados, donde el maíz o el sorgo son la base de la alimentación, puede aparecer la pelagra, una enfermedad caracterizada por dermatitis, diarrea y demencia. Los preparados a base de niacina no suelen tolerarse bien, ya que producen enrojecimiento y picores en la piel.

Los alimentos ricos en vitamina B3: (niacina) son la levadura de cerveza, el salvado de trigo, el hígado de ternera, el germen de trigo, frutos secos, harina y pan de trigo integrales, arroz integral y las setas.

Vitamina B5:  (ácido pantoténico): Facilita el metabolismo celular como coenzima en la liberación de energía a partir de las grasas, proteínas y carbohidratos. Su carencia provoca despistes, apatía, alergias y casancio.

Alimentos donde se encuentra la vitamina B5: Se encuentra en una gran cantidad y variedad de alimentos, aunque los más ricos en este ácido son las vísceras, la levadura de cerveza, chocolate, nueces, la yema de huevo y los cereales integrales.

Vitamina B6: (piridoxina):  Resulta es esencial en la metabolización de las proteínas y está presente en casi todos los alimentos, por lo que es muy raro que existan carencias. A veces se indica para la regeneración del tejido nervioso, en los tratamientos con radioterapia y contra el mareo en los viajes.

Vitamina B12: (cobalamina): Es fundamental en la formación de glóbulos rojos y para el crecimiento corporal y regeneración de los tejidos. El déficit da lugar a 'anemia perniciosa' (palidez, cansancio, etc.), pero a diferencia de otras vitaminas hidrosolubles se acumula en el hígado, por lo que hay que estar periodos muy largos sin la vitamina B12 para que se produzcan insuficiencias.

Alimentos donde se encuentra la vitamina B12:  Los alimentos de origen animal son los que más cobalamina tienen. También la flora bacteriana del intestino grueso puede producirla en cantidades suficientes.


Carencias e hipervitaminosis:
Una dieta equilibrada suele ser suficiente para obtener las vitaminas necesarias. No se debe abusar de complejos vitamínicos y menos aún sin vigilacia médica, ya que pueden provocar hipervitaminosis.  A pesar de que la Seguridad Social no financia estos productos, los españoles se gastan en estos medicamentos alrededor de 31 millones de euros al año. El acceso a estos suplementos vitamínicos es sencillo porque no precisan receta médica.
Carencias

Si una persona tiene carencia de vitaminas suele reflejarse en muestras de decaimiento, anorexia, tristeza, lloro fácil, cambios de humor, pero siempre es mejor cerciorarse científicamente con un análisis de sangre.

Existen situaciones de riesgo en las que las carencias de vitaminas pueden ser peligrosas. Por eso, durante el embarazo, los expertos recomiendan tomar ácido fólico para prevenir las anomalías del tubo neural, así como hierro y calcio (minerales) para combatir la anemia gestacional.  En el caso de los niños y adolescentes, necesitan más calcio y más vitamina D para los huesos. También las personas mayores suelen necesitar suplementos vitamínicos.


Excesos:
Por otro lado, la ingestión de un exceso de vitaminas puede producir hipervitaminosis, sobre todo en los niños, ya que suele ser frecuente que los médicos alerten sobre la costumbre de algunas madres de dar a sus hijos vitamina C y A por su cuenta y sin control. Una de las peores consecuencias de administrar demasiadas vitaminas es la hipervitaminosis D, una patología que se manifiesta en una progresiva pérdida del apetito, con apatía, trastornos digestivos, náuseas, vómitos frecuentes y estreñimiento.


MINERALES:

Los minerales ayudan a tu cuerpo a crecer, a desarrollarse y a estar sano. El cuerpo utiliza los minerales para realizar muchas funciones diferentes: desde formar huesos fuertes hasta transmitir los impulsos nerviosos. Algunos minerales se utilizan incluso para fabricar hormonas o para que los latidos del corazón se mantengan a un ritmo normal.


Hay dos tipos de minerales: los macrominerales y los oligoelementos. Macro significa "grande" "en griego (y aquí se refiere a que tu cuerpo necesita cantidades más grandes de macrominerales que de oligoelementos). El grupo de los macrominerales está compuesto por calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloruro y azufre.

"Oligo" significa poco, y los oligoelementos son minerales que se necesitan en pequeñas cantidades. Así que aunque tu cuerpo necesite esos oligoelementos, sólo necesita un poco de cada uno de ellos.  Los oligoelementos incluyen el hierro, el manganeso, el cobre, el yodo, el zinc, el cobalto, el flúor y el selenio.

El calcio:  Es el macromineral más importante en lo que respecta a tus huesos. Gracias al calcio, los huesos crecen fuertes y el cuerpo puede hacer cualquier cosa. El calcio también te ayuda a tener dientes fuertes y sanos.

Los alimentos que llevan calcio son los productos lácteos, como la leche, el queso y el yogur, el salmón y las sardinas con espinas en conserva, las verduras de hojas verdes, como el brócoli y los alimentos enriquecidos con calcio, desde el zumo de naranja hasta los cereales y las galletas.

Hierro:  El hierro es un componente esencial de numerosas enzimas necesarias para la transferencia de energía y también se encuentra presente en los componentes necesarios para la transportación y utilización de oxígeno; es componente estructural de la hemoglobina, mioglobina, citocromo y otras enzimas.

El hierro es importante porque sirve para fabricar hemoglobina, que es la parte de tus glóbulos rojos que transporta el oxígeno a todo el cuerpo.

Los alimentos ricos en hierro son la carne, en especial la carne roja, como la ternera, el atún y el salmón, los huevos, las legumbres, las patatas asadas con piel, los frutos secos, como las pasas, las verduras de hojas verdes, como el brócoli, los cereales integrales y enriquecidos, como el pan integral y los copos de avena.

El potasio:  Ayuda a que los músculos y el sistema nervioso funcionen correctamente. Los alimentos ricos en potasio son los plátanos, el brócoli, los tomates, las patatas con piel, las verduras de hojas verdes, como el brócoli, los frutos cítricos, como las naranjas, los frutos secos, las legumbres, como las judías, guisantes, lentejas y cacahuetes.

Cobre: El cobre es esencial para la formación de tejido conjuntivo, hematopoyesis y funcionamiento del sistema nervioso central.

Zinc: El zinc es un mineral que actúa como cofactor para más de 100 enzimas y es importante en el metabolismo de ácidos nucleicos y síntesis proteica.

El zinc es necesario para tu sistema inmunológico, que es el sistema que utiliza tu cuerpo para luchar contra las enfermedades y las infecciones. También ayuda al crecimiento celular y a que se curen las heridas, como los cortes.

Los alimentos ricos en zinc son la carne de ternera, la carne de cerdo, la carne de cordero, las legumbres, como las judías, guisantes, lentejas y cacahuetes.



Fuentes: www.alimentacion-sana.org, www.betotal.es, www.salud180.es, www.medlineplus.com



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La información que usted encontrará en este artículo tiene fines informativos y educativos. No pretende substituir el necesario consejo médico o la necesidad de un tratamiento profesional médico para una dolencia o trastorno en su salud. 


Siempre debe consultar a un médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico.


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martes, 14 de enero de 2014

Dieta, Ejercicio y Suplementos, una manera de perder peso de forma saludable





DIETA, Comienza la cuenta atrás


Una gran parte de nuestra salud, tanto física como psicológica, se refleja en nuestra imagen. Por este motivo es importante alimentar la autoestima teniendo un buen aspecto.  Esto toma protagonismo con la inminente llegada del verano.

La primavera, en especial mayo es el mes de la cuenta atrás para tener un cuerpo 10 en el verano, es el mes de las dietas, la operación bikini y los regímenes.  Las consultas de endocrinos se llenan y las matrículas al gimnasio se disparan.  Todas queremos poner solución a los malos hábitos acumulados durante el invierno y ademas queremos resultados rápidos.

Los médicos advierten de los peligros de las dietas milagro, no solo por el efecto rebote sino por las carencias nutricionales que pueden acarrear y sus consecuencias sobre la salud.  Los milagros no existen pero sí estas a tiempo de comenzar a cuidarte para sentirte cómoda en la playa y a gusto con tu cuerpo.

Lo importante es saber que tipo de dieta es la más adecuada para cada uno, pero sobre todo la base para un posterior mantenimiento está en cambiar los hábitos.


Cuando sigues una alimentación saludable, esta se va volviendo repetitiva hasta que se convierte en un hábito que se instala en tu cerebro. Una vez instalados producen emociones que dirigen tus conductas y tus reacciones.

Para adoptar una alimentación saludable, el pensamiento y el lenguaje son clave importante, trabajando con ese proceso, cambiara tu metabolismo.

Su dieta es lo que usted come. Hay muchos tipos diferentes de dietas. 

  • Dieta sana
  • Dieta vegetariana
  • Dieta para diabéticos
  • Dieta para perder pes
  • Dieta depurativa
  • Dieta de adelgazamiento
  • Dieta para evitar el colesterol
  • Dieta para la hipertensión, para mujeres embarazadas, menopáusicas, para gente joven... etc.
La mayoría de ellas sino se hacen con responsabilidad son dietas peligrosas, incompatibles con una actividad normal, que contabilizan todo tipo de carencias nutritivas.  Mucha gente sigue dietas específicas para bajar de peso. Algunas son dietas de moda y pasajeras que limitan la cantidad de calorías o los tipos de comida que tiene permitido comer. Estas dietas raramente son efectivas para una pérdida de peso duradera y a menudo no proveen los nutrientes que su cuerpo necesita. Para bajar de peso, tiene que quemar más calorías que las que consume. La clave es controlar las porciones. Cuando está tratando de adelgazar, aún puede seguir comiendo sus comidas favoritas, siempre y cuando le preste atención a la cantidad de calorías que consume.


Una dieta sana:

Hace hincapié en frutas, vegetales, granos enteros y leche y productos lácteos descremados o con poca grasa, puede incluir carnes magras, pollo, pescado, alubias, huevos y nueces.  Tiene pocas grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal (sodio) y azúcares añadidos.

Hay muchos tipos diferentes de dietas. Algunas, como la dieta vegetariana, no incluyen carnes. Otras, como la dieta mediterránea, ponen énfasis en comer una menor cantidad de grasas saturadas que la que come la mayoría de los estadounidenses.

El 66 por ciento de los adultos en los Estados Unidos tiene sobrepeso o está obeso. Alcanzar un peso saludable puede ayudarlo a controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre. También puede ayudarlo a prevenir enfermedades relacionadas con el peso, tales como las enfermedades cardiacas, la diabetes, la artritis y algunos cánceres.

Comer demasiado o no ser lo suficientemente activo físicamente pueden contribuir al exceso de peso. Para mantener su peso, las calorías que ingiere deben equivaler a la energía que consuma. Para bajar de peso, deberá ingerir menos calorías que aquellas que consume.


Una estrategia para controlar el peso incluye:
  • Seleccionar alimentos bajos en grasas y en calorías
  • Consumir porciones más pequeñas
  • Beber agua en lugar de bebidas azucaradas
  • Ser físicamente activo

Los expertos recomiendan realizar un régimen, siempre que éste se haga correctamente y de forma equilibrada, ya que numerosos estudios han confirmado que, además de que la media de aumento de peso en cada persona oscila entre los dos y tres kilos, estas comidas dan lugar a una acumulación de toxinas que el organismo necesita eliminar para su buen funcionamiento.


Determinación del sobrepeso

Lo cierto es que si sólo se desean eliminar dos o tres kilos, tampoco es necesario seguir una dieta excesivamente estricta, sino que será suficiente con cuidar la alimentación y, sobre todo, es recomendable realizar bastante ejercicio. Además, hay que ser consciente de que el peso no se pierde tan fácilmente como se ha ganado, por lo que es imprescindible no tener prisa y no excederse en la realización de ejercicio que lo único que puede provocar en algún tipo de anomalía en el organismo. Una alimentación controlada y equlibrada y el ejercicio físico moderado durante un determinado periodo de tiempo devolverá la figura previa a las Navidades sin necesidad de padecer agotamiento ni de pasar hambre.

La solución no es tan sencilla cuando el número de kilos a perder es superior al anterior. Se puede establecer un baremo para diferenciar el tipo de dieta a seguir que se sitúa en los cinco kilos. A partir de esta cifra, sí sería necesario seguir un régimen más esricto pero siempre controlada por un médico especialista o nutricionista que indique la mejor forma de perder peso sin dañar el funcionameinto del organismo. También es conveniente acompañarlo con algo de ejercicio, que es la forma más sana de perder peso.


El momento ideal

Si se está fuertemente decidido a perder peso y se ha tomado conciencia del problema, lo mejor es comenzar la dieta cuanto antes, ya que alargarlo en el tiempo puede provocar la pérdida de ese interés inicial.

Hay que tener en cuenta que muchas de las dietas no se adaptan al ritmo diario, es decir, que se establece un número de comidas así como un horario para las mismas que en múltiples ocasiones no son compatibles con la actividad diaria. Este motivo es el causante de que lo mejor sea acudir a un experto que nos preste atención y diseñe una dieta que se amolde perfectamente al ritmo cotidiano de cada persona. Otro elemento relacionado con el tiempo es la duración de la dieta, que también deberá determinar el médico. En este caso, lo mejor es no querer precipitarse ya que la forma indicada por un especialista siempre será la más saludable para perder peso aunque, sin duda, nunca será la más rápida.


Consejos generales

Como se ha afirmado anteriormente, en el caso de que el sobrepeso sea excesivo se hace necesario consultar a un especialista en dietética. Sin embargo, y a pesar de que cada persona requiere unas condiciones alimentarias distintas, si sólo se desean perder pocos kilos adquiridos, se pueden seguir unos consejos habituales como tomar conciencia de que el peso se debe perder siempre poco a poco, entre medio kilo y un kilo al mes.

Para conseguir este objetivo no es necesario esforzarse ni sacrificarse en exceso, sino que basta con cuidar los componentes de los alimentos que se consuman, así como cambiar la forma de cocinarlos para no acumular muchas grasas, y realizar ejercicio. 

Otro paso importante es la ingestión de abundantes alimentos diuréticos que ayuden a eliminar líquidos. Para ello, es muy útil beber abundante agua, entre tres y cuatro litros al día. Finalmente, es imprescindible eliminar de la dieta el dulce, las bebidas con azúcar y el alcohol, los principales culpables del aumento de peso y una ayuda extra con complementos alimenticios para ayudarte en el proceso de pérdida de peso y sobre y lo mas importante, activida fisica diaria. 


Fuentes: MedlinePlus.com, Alimentacion-sana.org, revistasaludtotal.com




Aviso

La información que usted encontrará en este artículo tiene fines informativos y educativos. No pretende substituir el necesario consejo médico o la necesidad de un tratamiento profesional médico para una dolencia o trastorno en su salud. 

Siempre debe consultar a un médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico.

Las indicaciones de los productos son exclusivamente para ser valoradas por especialistas competentes y facilitar la prescripción de los mismos. Sí Ud. no es un profesional consulte siempre a su médico o especialista.

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viernes, 3 de enero de 2014

Presión Arterial



La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las arterias. En ese momento, su presión es más alta. A esto se le llama presión sistólica. Cuando su corazón está en reposo, entre un latido y otro, la presión sanguínea disminuye. A esto se le llama la presión diastólica.


En la lectura de la presión arterial se utilizan estos dos valores, las presiones sistólica y diastólica. Generalmente, se escriben uno arriba del otro o uno antes del otro. La lectura con valores de:


    • 119/79 mmHg o menos son normales.
    • Entre 120/80 - 139/89 se denomina prehipertensión.
    • Estadio 1 de hipertensión: 140/90 a 159/99 mmHg
    • Estadio 2 de hipertensión: 160/109 a 179/109 mmHg 
    • Estadio 3 de hipertensión: mayor de 179/109 mmHg

            La hipertensión arterial es silenciosa, no suele tener síntomas, pero puede causar problemas serios tales como ictus, infarto de miocardio, derrames cerebrales, insuficiencia cardíaca, infarto e insuficiencia renal. Usted mismo puede controlar la presión arterial mediante hábitos de vida saludables, deporte, y, de ser necesario tratamiento medico ya sean betabloqueantes, vasodilatadores ó diuréticos.





            CAUSAS

            Se desconoce el mecanismo de la hipertensión arterial más frecuente, denominada "hipertensión esencial", "primaria" o "idiopática". En la hipertensión esencial no se han descrito todavía las causas especificas, aunque se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida muy sedentario.

            Herencia: Cuando se transmite de padres a hijos se hereda una tendencia o predisposición a desarrollar cifras elevadas de tensión arterial. Se desconoce su mecanismo exacto, pero la experiencia acumulada demuestra que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión.

            Sexo: Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto es así porque la naturaleza ha dotado a la mujer con unas hormonas protectoras mientras se encuentra en edad fértil, los estrógenos, y por ello tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en las mujeres más jóvenes existe un riesgo especial cuando toman píldoras anticonceptivas.

            Edad y raza:  La edad es otro factor, por desgracia no modificable, que va a influir sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos a medida que aumenta la edad. En cuanto a la raza, los individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronóstico.

            Sobrepeso: los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la presión arterial que un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal. No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la hipertensión, o si hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se asocian otra serie de alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.


            Causas de hipertensión secundaria:

            Las causas renales (2,5-6%) de la hipertensión incluyen las enfermedades del parénquima renal y enfermedades vasculares renales, como las siguientes:
            • Enfermedad renal poliquística
            • Enfermedad renal crónica
            • Tumores productores de renina
            • El síndrome de Liddle
            • Estenosis de la arteria renal
            La hipertensión renovascular (HTRV) produce el 1,2-4 por ciento de los casos. ya que el experimento seminal en 1934 por Goldblatt, la RVHT se ha reconocidocada vez más como una causa importante de hipertensión clínicamente atípica y como una enfermedad renal crónica. La coexistencia de la enfermedad renal arterial vascular y la hipertensión se define más o menos este tipo hipertensión. Se realizan diagnósticos más específicos a posteriori cuando la hipertensión ha mejorado tras una intervención intravascular.


            Las causas vasculares incluyen:
            • Coartación de aorta
            • Vasculitis
            • Enfermedades vasculares del colágeno
            Las causas endocrinas representan el 1-2 por ciento e incluyen desequilibrios hormonales exógenos o endógenos. Las causas exógenas incluyen la administración de esteroides. La forma más común de hipertensión secundaria se debe a una causa renal (aunque la verdadera prevalencia del hiperaldosteronismo no es clara).

            Otra causa común endocrina:  El uso de anticonceptivos orales. La activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAAS) es el mecanismo probable, porque la síntesis hepática del angiotensinógeno es inducida por el componente de estrógeno de los anticoncetivos orales. Aproximadamente el 5 por ciento de las mujeres que toman anticonceptivos orales pueden desarrollar hipertensión. Los factores de riesgo para la hipertensión asociada con el consumo de anticonceptivos orales incluyen la enfermedad renal leve y la obesidad. Sería preferible agrupar los anticonceptivos orales y los esteroides con la hipertensión inducida por fármacos.

            Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden tener efectos adversos sobre la tensión arterial. Estos fármacos bloquean tanto la ciclooxigenasa-1 (COX-1) como las enzimas COX-2. La inhibición de la COX-2 puede inhibir su efecto natriurético que, a su vez, aumenta la retención de sodio. Los antiinflamatorios no esteroideos también inhiben los efectos vasodilatadores de las prostaglandinas y la producción de factores vasoconstrictores, es decir, la endotelina-1. Estos efectos pueden contribuir a la inducción de la hipertensión en un paciente con hipertensión controlada o normotenso.


            Las causas hormonales endógenas incluyen:
            • Hiperaldosteronismo primario
            • El síndrome de Cushing
            • Feocromocitoma
            • Hiperplasia suprarrenal congénita

            Las causas neurogénicas incluyen:
            • Tumores cerebrales
            • Poliomielitis bulbar
            • Hipertensión intracraneal

            Drogas y toxinas que causan la hipertensión incluyen:
            • Alcohol
            • Cocaína
            • Ciclosporina, tacrolimus
            • Fármacos antiinflamatorios no esteroides
            • Eritropoyetina
            • Medicaciones adrenérgicas
            • Descongestionantes que contienen efedrina
            • Remedios a base de hierbas que contienen regaliz
            • Nicotina

            Otras causas:
            • Hipertiroidismo e hipotiroidismo
            • Hipercalcemia
            • Hiperparatiroidismo
            • Acromegalia
            • Apnea obstructiva del sueño
            • Hipertensión inducida por el embarazo
            La apnea obstructiva del sueño es un trastorno de la respiración relacionado con el sueño caracterizado por al menos 10 episodios de apnea y de hipopnea por hora de sueño, lo que produce sueño durante el día. Varios estudios han mostrado que este trastorno es un factor de riesgo independiente al desarrollo de hipertensión, tras haber sido ajustado por edad, sexo y grado de obesidad.
            Aproximadamente la mitad de los individuos con hipertensión presentan apnea obstructiva del sueño, y aproximadamente la mitad con apnea obstructiva del sueño padecen hipertensión. La monitorización ambulatoria revela normalmente una "caída" de la presión arterial de al menos un 10 por ciento durante el sueño. Sin embargo, si un paciente no experimenta estas "caídas", las posibilidades de que el paciente sufra apnea obstructiva del sueño son mayores, numerosos estudios han demostrado que el tratamiento de la AOS por presión positiva continua (CPAP) o terapia posición reduce los niveles de presión arterial.


            Consejos Prácticos:
            • Caminatas diarias con buen ritmo para oxigenar la sangre y tu corazón.
            • Respiraciones profundas.
            • Consumo de potasio.
            • Disminuir la cantidad de sal en las comidas y regular el aporte de sodio diario a 5mg al día.
            • Consumo de chocolate negro es bueno para la salud arterial, se aconseja máximo 1 Onza diaria.
            • Limitar el consumo de alcohol, café, té y otras bebidas excitantes.
            • evitar grasas saturadas y azucares.
            • Evitar el stress laboral.
            • La música es una buena terapia y resulta muy relajante.



            Fuentes:  Medlineplus.com, dmedicina.com, smartsalus.com.



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